En el marco del “Día del inmigrante” desde el Bloque de Trabajadorxs Migrantes convocaron para el día de hoy al segundo paro migrante. En esta nota, el lugar de las mujeres y disidencias sexuales migrantes en clave feminista.

Este 4 de septiembre, Día del Inmigrante en Argentina, diversas organizaciones sociales, migrantes de derechos humanos, agrupadas en la campaña nacional Migrar no es Delito, convocan al 2do Paro Migrante, para exigir la derogación del DNU 70/2017 y exigir el cese de políticas antimigratorias y xenófobas.

Desde el año 1949, todos los 4 de septiembre en Argentina se celebra el “Día del Inmigrante”. La fecha tiene como finalidad rememorar la llegada de los primeros grandes contingentes de inmigrantes europeos, pilares constitutivos de la sociedad argentina. Paradójicamente, hoy en día, la migración no sólo no se celebra, sino que se criminaliza.

En enero del 2017, el gobierno de Mauricio Macri emitió el decreto 70/2017, que modifica la Ley de migraciones actual y que, bajo el entendido de que lxs migrantes son criminales, propicia la condición de irregularidad y facilita su expulsión del país. Desde ese momento hasta la fecha, se ha ido tejiendo una gran resistencia migrante, que lucha en principio por que se reconozca la inconstitucionalidad de ese decreto, pero también se posiciona contra la xenofobia y el colonialismo y en defensa de los derechos básicos.

Dentro de esa resistencia, las mujeres migrantes también nos hemos organizado, pues además de vivir la opresión al ser trabajadoras y migrantes, también la vivimos como mujeres. Hemos salido a las calles en medio de la marea verde, exigiendo el derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, a gritar que nos queremos vivas, y este 4 de septiembre salimos una vez más a las calles, respondiendo a la convocatoria del 2do Paro Migrante.

Exigimos lo básico: trabajo, salud, educación. Dentro de lo laboral, las migrantes ocupamos gran parte de los puestos relacionados con el ámbito doméstico (limpieza, cuidado de niñxs y adultxs mayores), trabajos que por lo general están sumamente precarizados; llevamos a nuestrxs hijxs a lxs hospitales, aguardando por horas antes de ser atendidas y muchas veces recibidas con la típica frase de “volvete a tu país”; estudiamos o llevamos a estudiar a nuestros hijos e hijas. En ese sentido, nos unimos al repudio de los intentos por arancelar la educación y la salud para lxs migrantes, considerando, además, que dichas iniciativas no son más que la punta de lanza para la privatización de los derechos básicos para todas y todos. Por otra parte, exigimos también nuestro derecho a manifestarnos y movilizarnos. Hemos visto fuertes embestidas a compañeras que por ser mujeres, migrantes, trabajadoras y estar organizadas han sido blanco de ataques fascistas, machistas y racistas a través de las redes sociales. Ante eso, este 4 de septiembre respondemos con movilización, porque si hay algo que celebrar este día, es la lucha migrante, la resistencia de nuestros pueblos, el derecho a cruzar las fronteras.